martes, 8 de mayo de 2012

Gran Maestre [yIII]



Esta figura es un Gran Maestre de la orden hospitalaria también conocida como Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerrusalén u Orden de Malta. Éste era la máxima autoridad tanto en lo militar, como en lo político y en lo religioso y su cargo era vitalicio.


Sus orígenes se remontan al año 1048 cuando se funda en Jerrusalén un hospital junto al Santo Sepulcro que acoge a los peregrinos de tierra santa, obteniendo permiso del Califa egipcio Husyafer para su fundación.
Tras la primera cruzada y debido a la situación de inseguridad de los peregrinos, se decide dar a la orden caracter militar, pese a la reticencia inicial de la Santa Sede.

 




Es característico de la orden su vestimenta  que se compone de un hábito negro sobre la que se coloca una cruz blanca de ocho puntas que reprensentan las ocho bienaventuranzas. Posteriormente en el siglo XIII adoptarían la túnica roja como reminiscencia de la bandera de la orden, también de color rojo (campo de guerra manchado de sangre) que se componía únicamente de una cruz latina simlpe de color blanco y de la que se dice es la bandera más antigua de Europa.

 
Para superar la contradicción de ser religiosos con licencia para matar, los hospitalarios encuadraron su conducta bélica en el código de honor caballeresco y se dividieron en tres ramas: los que luchaban, los dedicados a consolar a los enfermos y celebrar misa y los escuderos de los primeros. Quienes tenían por profesión la guerra no podían oficiar la liturgia, pues sus manos estaban manchadas de sangre.

Conforme creció la reputación de la orden en la frontera con el islam, también lo hizo su fortuna en Occidente. Allí tenían prioratos abiertos en las principales ciudades, cada uno al frente de encomiendas (territorios) que administrar, sobre todo en la red viaria que llevaba a Roma.

La figura es una delicia de pintar ya que a su sencillez se une la calidad del modelado y el reto de pintar la luz que emite la vela y que se refleja en nuestro monje-guerrero en sus ropas y rostro. El único pero que se le puede poner es que la composición de la pieza está bastante descompensada ya que la derecha del maestre pesa mucho más que la izquierda y aunque la posición de la espada lo arregla en gran medida, no lo acaba de solucionar del todo.




El ambiente nocturno que se intuye ayuda a dar una sensación de relajación en la que el personaje está inmerso, pero a su vez el rostro pensativo y tenso imprime una meditada preocupación ante las decisiones que está tomando y que sin duda parecen cruciales.





3 comentarios:

  1. un excelente trabajo sin duda, luces suavitas y finas, me ha encantado especialmente el efecto de la vela, muy logrado a mi parecer. En definitiva un muy buen trabajo.
    A ver si nos vemos y te comento en mano si te parece el trabajo.
    Salve, abrazos.

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  2. Gracias, Pablo, espero que nos veamos, tu crítica siempre es bien recibida porque siempre es constructiva. Te llamo

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  3. Luis Carlos desde el anonimato: Entre tanta vela, tanto reflejo en la capa, tanto cojin, tanta silla..... casi no me habia fijado en la cara y da un poco de "acojone", que tipo mas serio este Gran Maestre

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